jueves, 19 de septiembre de 2013

La Expedición de Burke y Wills


La expedición de Burke y Wills fue un desastre de expedición que intentó cruzar Australia de sur a norte en los años 1860-1861, de Melbourne al golfo de Carpentaria, para explorar las regiones interiores de Australia, que eran desconocidas en aquella época. Os hago primero un breve resumen de la expedición para hablar un poco después de algunas lecciones que podemos sacar con respecto a la cultura y su evolución. En el enlace que os pongo de Wikipedia (mejor todavía en la versión inglesa) tenéis todos los detalles de las idas y venidas de los tres grupos en que se subdividió, que son bastante complicadas. 

La expedición salió de Melbourne en Agosto de 1860 compuesta por 19 hombres, 23 caballos, 26 camellos y 6 carretas. Fue una expedición muy bien planificada y equipada, que llevaba, por ejemplo, comida para dos años, en total unas 20 toneladas de provisiones. Otra cosa es que no tuviera en Robert O´Hara Burke, irlandés ex-oficial del ejército austríaco, al líder adecuado, y que éste realizara una cadena de decisiones erróneas, una tras otra, tal vez por su falta de experiencia en expediciones de este tipo. El caso es que murieron 7  de los hombres, entre ellos el propio Burke. Sólo un hombre cruzó el continente y regresó vivo a Melbourne.

El viaje de sur a norte se realizó con éxito, salvo que no llegan hasta el océano sino hasta una zona pantanosa a escasos kilómetros, ocurriendo las desgracias en el viaje de regreso. El caso es que, nada más salir, ya se quedaron sin 3 de las carretas y la velocidad a la que avanzaban era penosamente lenta. El 24 de Septiembre, en Gambala, Burke decide cargar parte de las provisiones en los camellos para disminuir la carga de los caballos y ordena a los hombres caminar. Un poco más adelante Burke perdió a su segundo, Landells, porque Burke decidió tirar unos 270 litros de ron que Landells había traído en la bizarra creencia de que el ron prevenía el escorbuto en los camellos. Landells renunció y entonces el tercero al mando, Wills, promocionó a segundo de la expedición. El 12 de Octubre llegan a Menindee tras dos meses de viaje, cuando esa distancia la hacía el correo en una semana. Dos de los cinco oficiales de la expedición habían renunciado, y se despidieron a 13 hombres contratando otros 8 de refresco. 

La expedición la había promocionado el estado de Victoria en Australia, del que Melbourne es la capital, pero el gobierno vecino suraustraliano había ofrecido un premio de 2000 libras de la época (unos 300.000 dólares actuales) al primero que cruzara Australia de sur a norte, más al oeste de la línea 143 de longitud. Un explorador llamado John McDouall Srtuart había aceptado el reto y Burke tenía miedo de que se les adelantara. Entonces Burke decide dividir el grupo y coge los caballos y los hombres más fuertes para llegar cuanto antes a Cooper Creeck y esperar allí a que los otros se les unieran. Antes de llegar a Cooper Creeck, Burke manda de vuelta, en solitario, a Menindee a William Wright para que consiga más hombre y suministros y los traiga a Cooper Creek. Cooper Creeck era el límite de la zona explorada por los europeos en Australia. Llegan a Cooper Creeck el 11 de Noviembre, montan un campamento y esperan hasta el 16 de Diciembre cuando salen para el golfo de Carpentaria. Burke decide dividir de nuevo el grupo. Deja en el campamento a William Brahe y otros tres hombres. Burke, Wills, John King y Charles Gray salen para el golfo con seis camellos, un caballo y comida para tres meses. Tienen que atravesar parte de los desiertos de Strzelecki y del desierto pedregoso de Sturt. Burke ordena a Brahe que le  espere 3 meses (aunque Wills más realista le dice en secreto que espere cuatro). Excepto por el calor ( 50 º a la sombra) el viaje es relativamente fácil. Encuentran agua por las recientes lluvias y los aborígenes son amistosos con ellos. Consiguen llegar casi hasta el golfo quedando atrapados en una zona pantanosa por lo que no alcanzan el océano. Hacen un campamento y Burke y Wills dejan los camellos con King y Gray allí e intentan atravesar los pantanos, pero tras 24 kilómetros deciden volver. Para entonces, andan ya muy escasos de suministros. Tienen comida para 27 días pero les llevaría 59 regresar a Cooper Creek.
Robert O´Hara Burke

Y aquí es donde nos empieza a interesar la historia desde el punto de vista evolucionista. En el viaje de regreso abandonan a uno de los camellos, llamado Golah Sing, que no puede continuar y matan y se comen tres camellos y al único caballo, Billy. Comen portulaca y consiguen cazar una pitón y se la comen también. El caso es que Burke y Gray comienzan con disentería y Burke no se cree la enfermedad de Gray, cree que está simulando, y luego le da una paliza cuando le pilla robando comida.  Gray muere de disentería y de la paliza el 17 de Abril de 1861. Pero, al final, consiguen llegar a Cooper Creek. Sin embargo, para cuando ellos llegan Brahe y su grupo ya se ha marchado. En vez de 13 semanas habían esperado 18 y piensan que Burke no va a volver, por lo que se marchan para Menindee. Pero antes de marchar les dejan una inscripción en un árbol y un depósito de comida enterrado al pie del árbol. Se calcula que Brahe se había marchado solamente 9 horas antes de que regresara Burke. Los tres hombres (Burke Wills y King) están exhaustos y se dan cuenta que no pueden ir tras el grupo principal y alcanzarles, y deciden quedarse en Cooper Creek y reponer fuerzas viviendo de los limitados alimentos que les han dejado. Wills y King quieren seguir luego hacia Menindee, pero Burke ordena dirigirse hacia el punto civilizado más cercno, Mount Hopeless, que está a unos 240 km. a través del desierto de Strzelecki. Salen hacia allí el 23 de Abril.

Mientras tanto, Brahe en el viaje de regreso hacia Menindee se encuentra con Wright ( el tercero de a bordo, que debería haber llegado con refuerzos y que nadie sabe por qué tardó tanto en salir de Menindee. De hecho, se le culpa a él de la muerte de los expedicionarios. Deciden regresar a Cooper Creek a ver si Burke ha vuelto, pero Burke ya se había ido. Y aquí ocurre otro más de los errores y desencuentros de esta expedición. Burke no había hecho ninguna marca nueva en el árbol para señala que habían vuelto, así que a  Brahe y Wright ni se les ocurre excavar a ver si el depósito de alimentos estaba intacto; asumen directamente que Burke no ha vuelto. Y se marchan para Menindee.

Y en este punto Burke, Wills y King tienen que vivir de lo que da la tierra, es decir, convertirse en cazadores-recolectores en el desierto australiano. Uno de los camellos se queda atollado y al otro lo tienen que matar cuando ya no puede más. Al quedarse sin animales de carga no pueden transportar el agua y tiene que quedarse cerca del riachuelo (creek es arroyo o río, en inglés) que pasa por Cooper Creek. Se encuentran exhaustos y malnutridos, con la ropa destrozada. Los aborígenes que viven en esa zona, los Yandruwandha, les ayudan y les dan pescado, y unas semillas de una planta, Nardoo, que comen ellos y con la que hacen pan, a cambio de azúcar. Intentar pescar como hacen los aborígenes pero no saben confeccionar redes, no consiguen diseñar trampas para cazar pájaros o ratas y se quedaban asombrados cuando veían los peces y panes que veían en los poblados de los Yandruwandha. A pesar de viajar a lo largo del río, y de estas ayudas de los aborígenes, no consiguen ser autosuficientes y ser capaces de alimentarse. Al de dos meses dependen totalmente del nardoo (que comían los aborígenes) y de los regalos ocasionales de los locales. A pesar de consumir lo que parecen suficientes calorías, cada vez están más débiles y cansados y sufren dolorosos movimientos intestinales. Burke y Wills mueren pronto. Cansado y delirante, King vaga por el desierto y es rescatado por los Yandruwandha. Se recuperó y vivió con ellos varios meses hasta que una de las expediciones de rescate (se montaron varias), le localiza con los Yandruwandha.

La causa de la muerte se cree que fue precisamente una intoxicación por el nardoo. El nardoo contiene tiaminasa lo que vacía el cuerpo de tiamina (vitamina B1). Esto ocurrió porque Burke y los suyos no preparaban las semillas de nardoo de la manera adecuada para que no resultaran tóxicas, empezando porque no elaboraban la pasta necesaria antes de comerlas. Debido a ello, cada vez se encontraban más débiles. Se cree, por tanto, que la causa de la muerte fue el Beriberi, la deficiencia de vitamina B1.

Conviene señalar que los desiertos de Australia, como el de Gibson o el de Simpson, son más pobres que el desierto del Kalahari en Africa. Hay evidencia de asentamientos humanos en Australia desde hace unos 50.000 años y puede que desde antes. Hay grupos indígenas que se han adaptado a la costa (comían marisco, tortugas, o incluso ballenas), otras a ambientes intermedios (bosques, llanuras con hierba...), pero hay aborígenes que viven en los desiertos del interior. El clima al que se han tenido que adaptar estas tribus ha sido, como vemos por la experiencia de la expedición de Burke, extremadamente duro. La lluvia es muy errática con temporadas o sitios donde llueve a veces bastante, y otros donde no llueve. Por esto, los europeos no contactaron con algunas de estas tribus aborígenes hasta principios del siglo XX, en que se descubrieron depósitos de mineral, lo que lógicamente animó a los europeos a entrar hacia el interior. Se ha calculado que se requieren 20-35 millas cuadradas, de media, para soportar a un solo individuo en este duro e incierto desierto. Generalmente los aborígenes se dispersan al final del verano para aprovechar el florecimiento producido por las lluvias monzónicas previas porque el invierno es muy seco, y se juntan al final del invierno en las zonas de agua permanente que existen. Tras la lluvia, la dieta incluye semillas, frutas, nueces, tubérculos, raíces, insectos y pequeños animales. Pero la mayoría de los pozos se van secando y la mayor parte del año apenas hay agua en la superficie.

La expedición de Burke y Wills no era una excursión de unos niños de escuela para pasar un día de vacaciones en el bosque. Era una expedición muy bien planificada y con muchos recursos, y no fue capaz de sobrevivir en el desierto australiano. Los humanos se basan en el aprendizaje social y en la cultura para su supervivencia. La cultura incluye un conjunto de conductas, tecnologías y conocimientos que se han ido acumulando y puliendo durante generaciones, y que no se improvisan. Cada cultura se adapta además a la ecología que la rodea: las técnicas de procesamiento de semillas, las plantas medicinales, las herramientas o armas necesarias...todo ellos se adapta a las condiciones ambientales. 
The Dig Tree

Y formando parte de este kit de supervivencia cultural tenemos incluso a la religión. La religión de los aborígenes australianos acumula, preserva y transmite un cuerpo de conocimiento sobre dónde y cómo encontrar recursos. El mundo aborigen está lleno de totems derivados de objetos naturales: pozos, barrancos, dunas, acantilados, colinas, etc. Estos lugares geográficos definen su país, pero no tienen unas fronteras que defiendan a ultranza; esto no tendría sentido porque podría no llover en nuestras tierras durante mucho tiempo y sí hacerlo en las de los vecinos. Por eso hay derecho de paso de unos pueblos y otros, aunque los lugares sagrados son guardados fanáticamente y no se permite a cualquiera visitarlos. Existe también toda una mitología que trata del origen de los animales pero también de todos los lugares geográficos que interesan: el origen de los depósitos de sal, de los depósitos de ocre rojo, de los arroyos, etc.

Los mitos son básicamente de dos tipos: mitos de lugar y mitos de viajes (navegación). Los mitos de lugar se centran en un lugar totémico o en algún accidente natural. Por ejemplo puede ser el depósito de ocre rojo que se utiliza por algunos aborígenes en las ceremonias de circuncisión. Complementando estos mitos de lugar existen también mitos de viajes en lo que unos héroes mitológicos realizan determinados itinerarios. Los héroes son imaginados pero los lugares son lugares reales. Es decir, la religión es un mapa de carreteras para estas tribus, de manera que conocen los sitios importantes para su supervivencia antes incluso de haberlos visto en la realidad. Los mitos son un catálogo de recursos: lo que hay, dónde se localiza y cómo se puede llegar hasta ellos.
Nardoo

El antropólogo T.G.H. Strehlow nos cuenta su experiencia en un pequeño relato que ilustra a la perfección el kit de supervivencia que supone la cultura y la religión de los aborígenes, y los asombrosos resultados que se consiguen gracias a ellos, algo que no un individuo (como demuestra la expedición de Burke) no descubriría a lo largo de su vida:

“En 1932 mi guía aborigen..mientras me llevaba por el área del sur de Pintubi, donde la mayoría de las aguas son agujeros profundos o hendiduras en bloques hundidos dispersos entre matorrales, localizaba estos sitios con asombrosa precisión. A menudo viajábamos “a ciegas” a través de los matorrales durante horas para detenernos de repente delante de un pozo, o una lámina de rocas, que era totalmente invisible incluso desde una distancia de cincuenta yardas.”

@pitiklinov en Twitter

Referencias:







2 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante. Me hace acordar a los mitos de los eskimales para no comer el hígado que es tóxico.

Ahora, el catolicismo qué herramientas de supervivencia enseña?

Pitiklinov dijo...

Interesante pregunta. No te la puedo responder del todo pero hay que tener en cuenta que las religiones monoteístas "avanzadas" son resultado de una larga evolución durante la cual sobre unas creencias primitivas relativamente simples se han ido añadiendo capas y capas de nuevas creencias, incorporando "memes" de la filosofía, de otras culturas, etc. Por eso cuesta saber cuáles fueron los mitos originales.Estas religiones primitivas las vemos en un estado más "puro"... Pero dicho eso yo creo que los orígenes de las religiones judeocristianas hay que buscarlos en culturas ganaderas del desierto:
http://evolucionyneurociencias.blogspot.com.es/2012/09/culturas-del-desierto-versus-culturas.html
un saludo